Desarrollo cerebral y buenos tratos (partes 2)

enero 17, 2023

Por: Erik Ramírez

Un proverbio ugandés dice “para cuidar a un niño, necesitamos toda una comunidad”. La frase nos invita a reconocer el impacto del cuidado en el desarrollo infantil.

Muchas madres y padres asisten a servicios de salud mental, solicitando apoyo en los problemas del desarrollo infantil. Hay una falsa creencia que las niñas y niños presentan problemas en su comportamiento y las habilidades escolares, por una decisión propia, vale la pena tomarse un tiempo para reflexionar si estas dificultades son consecuencia de una crianza no responsable y respetuosa.

Una niña de 6 años en pleno proceso de la adquisición de la lecto-escritura y la comprensión matemática requiere enfocar su atención a las secuencias de los fonemas, grafías y números. Regular sus emociones y prestar atención a planificar la actividad y flexibilidad mental para comprender las formas en que enseñan sus docentes y sus cuidadoras y cuidadores.   

¿Cómo una niña o un niño puede lograr esto?

Las neurociencias del desarrollo comparten un concepto llamado “funcione ejecutivas”. Localizadas en la zona frontal del cerebro son la base de la planificación, ser flexible en las actividades diarias y apoyar la regulación emocional. Estas funciones son producto de la forma en que las personas adultas cuidan, regulan y expresan las emociones, la forma en que se enseña a realizar actividades y en que se enfrenta el estrés en momento complicados.  

Recordemos que niñas y niños están en un proceso de autonomía progresiva, eso quiere decir según la pediatra Emmi Pickler (1969) que su desarrollo necesita tiempo, practica y ser acompañamiento de las personas adultas.

La forma en ponerse los zapatos (lateralidad), de practicar trabalenguas (lenguaje), cantar o sumar objetos (seriación y repetición) requiere de habilidades propias, pero la interacción con la persona que brinda el cuidado tiene un gran protagonismo .

Los malos tratos afectan el funcionamiento cerebral

En el 2009, Singapur desarrolló un estudio llamado “gusto” dirigido por Anne Rifkin cuyo objetivo era conocer cómo afecta el estilo de crianza al desarrollo del cerebro. El experimento demostró que en bebés que habían recibido cuidados menos receptivos, el tamaño del hipocampo (zona del cerebro encargado de la memoria y regulación de las emociones) era un poco más grande. Esto sugiere que los bebés tenían que manejar su propio estrés, porque no recibían tanto apoyo de sus cuidadores.   

El hipocampo depende del estilo de crianza. Este organismo es importante para el aprendizaje y la forma en manejar la angustia. Cuando un bebé no recibe señales de sus cuidadores, la seguridad es la prioridad, más que la necesidad de explorar y aprender.

Las actividades adultas humanas, generan estrés en las personas. En muchas ocasiones cuidadoras y cuidadores desbordan el estrés en la crianza.

Hoy sabemos que el estrés en las personas adultas, interfiere en la capacidad de pensar en las necesidades de su descendencia y afecta la sintonía (vínculo) en la relación. Esto no quiere decir que no haya amor durante la crianza, sino el estrés impide la capacidad de respuesta y eso tiene un impacto en el desarrollo del cerebro. La falta de respuesta segrega dopamina, neurotransmisor encargado de la motivación y la atención, aspectos relacionados a la actividad de aprendizaje.

El estrés es inevitable en la vida de las niñas y niños, pero una buena relación y cuidados adecuados amortigua su efecto (Tronik, 2020).

Saber las niñas y niños que cuentan con madres, padres, docentes o personas que les cuiden construye una noción de cuidado interno. Quizá este es el primer andamio para construir sociedades cariñosas apoyados en sostener a madres y padres que practiquen buenos tratos para las próximas generaciones.

Bibliografía

Netflix. (2020). Bebés. Amor. https://youtu.be/YOv5jDFtvsI

Mescé, G. (2008). Aportaciones desde el modelo del espacio – tiempo mental al modelo de expansión diádica de E. Tronik. https://www.psicoterapiarelacional.es/Portals/0/eJournalCeIR/V3N1_2009/09_Ferriz-Vieta_Aportaciones_desde_el_modelo_del_espacio-tiempo_mental_CeIR_V3N1.pdf

Pickler, E. (2010). Moverse en libertad. Desarrollo de la psicomotricidad global. https://www.academia.edu/39319928/Moverse_en_libertad_DESARROLLO_DE_LA_MOTRICIDAD_GLOBAL

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